LA DESILUSIÓN ES EL CAMINO


-      Cómo se puede reconocer a aquellas personas interesadas verdaderamente en realizar un Trabajo interior?


En primer lugar, deben ustedes comprender que se debe tener cierta preparación, cierto bagaje. Es necesario saber en general todo lo que es posible saber por los medios ordinarios sobre la idea de esoterismo, es decir, sobre la idea del conocimiento escondido, sobre las posibilidades de una evolución interior del hombre, y así sucesivamente.

También puede ser bueno haber recibido una formación científica y filosófica. Puede ser útil también un conocimiento religioso bien basado. Pero el que se apega a una forma religiosa particular sin comprender su esencia, encontrará grandes dificultades. En general, cuando un hombre no sabe casi nada, cuando ha leído poco y pensado poco, es difícil hablar con él. Sin embargo, si tiene una buena “esencia” hay otro camino para él— se puede prescindir de toda conversación; pero en este caso, él debe ser obediente, deberá renunciar a su propia voluntad.

En todo caso, de una manera u otra, tendrá que llegar a ello, pues esto es una regla general que vale para todos. Para acercarse a esta enseñanza en forma seria, es necesario haber estado anteriormente "desilusionado", es necesario haber perdido toda confianza, ante todo en lo que ve de sí mismo, es decir en sus propias posibilidades, y por otra parte en todos los caminos conocidos.



Un hombre no puede sentir lo más valioso del Trabajo Interior, si no ha sido desilusionado por todo lo que hacía y todo lo que buscaba. Si era un hombre de ciencia, es necesario que la ciencia lo haya desilusionado. Si era devoto, es necesario que la religión lo haya desilusionado. Si era político, es necesario que la política lo haya desilusionado. Si era filósofo, es necesario que la filosofía lo haya desilusionado. Si era teósofo, es necesario que la teosofía lo haya desilusionado. Si era ocultista, es necesario que el ocultismo lo haya desilusionado. Y así sucesivamente. Pero comprendan bien: digo, por ejemplo, que un devoto debe haber sido desilusionado por la religión. Esto no quiere decir que deba haber perdido la "fe", mirado como el deseo profundo de su ser. Por el contrario. Esto significa que debía estar "desilusionado" solamente de la enseñanza religiosa ordinaria y de sus métodos- Entonces comprende que la religión, tal como nos es dada ordinariamente, no basta para alimentar su "fe", y no lo puede llevar a ninguna parte.

Las religiones comportan dos partes en sus enseñanzas: una visible y la otra escondida. Estar desilusionado de la religión significa estar desilusionado de su parte visible y sentir la necesidad de hallar su parte escondida o desconocida. Estar desilusionado de la ciencia no significa que uno haya tenido que perder todo interés por el conocimiento. Significa haber llegado a la convicción de que los métodos científicos usuales no sólo son inútiles sino nefastos, pues no pueden llevar sino a la construcción de teorías absurdas o contradictorias. Y es necesario entonces buscar otros caminos. Estar desilusionado de la filosofía, significa haber comprendido que la filosofía ordinaria es simplemente — como dice el proverbio ruso — «verter la nada en el vacío», por lo tanto lo contrario de una verdadera filosofía, pues es cierto que puede y que debe haber también una verdadera filosofía. Estar desilusionado del ocultismo no significa haber perdido la fe en lo milagroso, es solamente haberse convencido que el ocultismo ordinario y aun el ocultismo «sabio», bajo cualquier nombre que se presente, no es sino charlatanería y engaño.

En otros términos, no es haber renunciado a la idea de que algo existe en alguna parte, sino haber comprendido que todo lo que el hombre conoce actualmente, o es capaz de aprender por los caminos habituales, no es en absoluto lo que le hace falta.

Poco importa lo que haga un hombre o lo que le interesaba antes. Es a partir del momento en que llegue a desilusionarse de los caminos accesibles, que vale la pena que inicie el camino.



No digo que deba arrojar por la borda todo lo que estaba acostumbrado a hacer antes. Eso sería totalmente inútil. No, a menudo hasta es preferible que continúe viviendo como de costumbre. Pero ahora debe darse cuenta de que no se trataba sino de una profesión, o de un hábito, o de una necesidad. De aquí en adelante la cuestión cambia: ya no podrá «identificarse».

Entre tanto recuerden solamente estos dos puntos: no basta que un hombre se haya desilusionado de los caminos habituales, también es necesario que sea capaz de conservar o de aceptar la idea de que puede haber algo — en alguna parte. Si pueden descubrir tal hombre, él podrá discernir en sus palabras, por torpes que sean, un sabor de verdad. Pero si hablan con otras clases de personas, todo lo que ustedes les digan les sonara como absurdo, y hasta no los escucharán seriamente. No vale la pena que pierdan su tiempo con ellos. Esta enseñanza es para los que ya han buscado y se han quemado. Los que no han buscado, o no están buscando en la actualidad, no tienen necesidad de ella. Los que todavía no se han quemado, tampoco la necesitan.

GI.GURDJIEFF